Sólo sé que no sé nada.
No soy más que nadie pero tampoco menos.
Sé más que algunos pocos, en ciertos temas
y en otros no sé nada de nada.
“Sólo sé que no sé nada”
dijo el viejo sabio griego.
“Sólo sé que no sé nada”,
y por eso lo condenaron,
por corromper a la juventud;
le obligaron a elegir entre irse o tomar cicuta.
Sólo sé que estoy muy viejo, dijo
irme de aquí ya no me sirve para nada
prefiero la cicuta y morir en paz.
Sólo sé que no sé nada:
¿quién era el ignorante,
el viejo Sócrates que enseñaba a pensar
a los más jóvenes,
o los doctores que creían saberlo todo?
Sólo sabía que no sabía nada
Y con eso demostró que sabía más.
Hoy, nosotros te recordamos
por tu saber ejemplar.
Yo sólo sé que no sé nada,
mi viejo y querido maestro.
Por enseñármelo te doy las gracias.
Prefiero ser ignorante como tú
y no un sabio doctor que lo sabe todo.
(13/12/2008)
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